domingo, 23 de mayo de 2010

El legado de Homero (I)

En 1990, el Ministerio de Cultura colombiano creó un sistema de bibliotecas itinerantes que pudiera dar servicio a las zonas rurales más alejadas del país. Con este propósito, se transportaban hasta la selva y la sierra, a lomos de burros, unas grandes bolsas llenas de libros, los cuales se dejaban durante varias semanas en manos de un maestro o de un anciano de la localidad que se convertía así, temporalmente, en bibliotecario. Casi todos eran libros de tipo técnico, manuales de agricultura, colecciones de patrones de costura o publicaciones semejantes, pero también se incluían en los envíos algunas obras literarias. Según una bibliotecaria, los libros siempre eran devueltos. "Sólo conozco un caso en que uno de ellos no se restituyó -dijo-. Les habíamos llevado, además de los libros prácticos habituales, una traducción al español de la Ilíada. Cuando llegó el momento de devolverla, los vecinos del pueblo se negaron a hacerlo. Decidimos regalársela, pero les preguntamos por qué querían quedarse aquel libro en particular. Nos explicaron que la historia de Homero reflejaba la suya propia: hablaba de un país desgarrado por la guerra en el que unos dioses enloquecidos se mezclaban con hombres y mujeres que no sabían exactamente por qué se libraba esa contienda, ni cuándo podrían ser felices, ni por qué iban a matarlos."

-El legado de Homero, Alberto Manguel -.



6 comentarios:

  1. Hola Alienor, al ver este título el la librería me acordé de inmediato de ti, jejeje.
    Lo cierto es que los biblioburros ya habían salido en el debate bloguero y casualmente en una noticia hace poco en TV; pero no conocía la anécdota que mencionas aquí, que ya nos deja con las ganas de leer más ;-)

    ResponderEliminar
  2. Muy buenas, Alienor.

    Coincido con Maribel: cuando conocí la existencia de los biblioburros me encantó una idea que, me parece, es realmente hermosa. Lo que también desconocía era al anécdota de la Ilíada y su "rapto" por todo un pueblo. Una anécdota realmente emotiva. Gracias por compartirla (y sembrar las ganas de saber más de ese libro, jeje).

    Un abrazote.

    ResponderEliminar
  3. Maribel: Me hace ilusión que os acordéis de mí con estos libros, ¡ja, ja, ja! Fue, de hecho, llegar el libro a la tienda y salir yo con él bajo el brazo. ;)
    Lo de los biblioburros es una historia hermosa, pero es que esta anécdota me llegó al alma. :D

    Homo Libris: Creo que sobra decir que recomiendo vivamente el libro, ¿no? ;) Pensaba hacer una crítica algo más decente, pero fue leer esta anécdota y pensar que tenía que compartirla aquí (por eso lo del I en el título de la entrada). ^^
    De Manguel hay que leer todo, es un placer siempre degustar su trabajo.

    ¡Un abrazo a los dos!

    ResponderEliminar
  4. Bun)s(: Es una historia tremendamente emotiva, ¿verdad? ^^

    ResponderEliminar
  5. Sí, por eso mismo me quede sin palabras, sólo
    me alcanzo para un wow jajaja

    ResponderEliminar