viernes, 22 de enero de 2010

La controversia está servida

Gredos y su Biblioteca de la nueva cultura se la han vuelto a jugar. Después de haberme publicado (entre otros títulos fantásticos) joyas como el maravilloso La reinvención de Homero de Dalby, Cómo se escribe la historia de Barbara W. Tuchman, los deslumbrantes Hacia el mar Egeo de G.S. Kirk, La retirada de Jenofonte de Waterfield e Historia de las lenguas de Europa de Adrados, ahora van y sacan a la luz en este país Aristóteles y el Islam, de Sylvain Gouguenheim.


Desde que el año pasado uno de mis profesores nos hablara en clase de la sorpresa que había significado para él la lectura de este ensayo de Gouguenheim, profesor de Historia Medieval de Lyon, me había resignado a pedirle a Ardaleth que me localizara el libro vía internet en francés. ¡Con lo oxidado que tengo este idioma! Pero, sorprendentemente, un año ha tardado Gredos en traducirlo al castellano. Y para mi sorpresa, hace unos días nos llegaba a la librería entre las múltiples novedades un único ejemplar de esta obra que, a pesar del respaldo de eminencias como Le Goff o Pol-Droit, no ha evitado en Francia iniciar una dura polémica cultural.

Pues nada, ni siquiera salió a la venta el ejemplar, porque lo compré yo. Ya he pedido varios a la editorial para colocarlos de una manera destacada en la mesa de Historia como esta obra bien se merece. Y ya que hoy por fin acabaré con Morris, esta misma noche empezaré su lectura con muchísimas ganas.

Solemos tener siempre la idea de que Occidente descubrió el conocimiento griego a través de las traducciones árabes de los textos clásicos. ¿Tendrá razón Gouguenheim al apostar por la idea de que Europa siempre guardó su herencia griega en lugares como Mont-Saint-Michel? Thomas Cahill ya habló de ello más superficialmente en su libro De cómo los irlandeses salvaron la civilización. ¿Será verdad que la helenización del mundo islámico se produjo especialmente por los árabes cristianos? ¿O tendrá razón la crítica que se le ha echado encima con acusaciones de islamofobia?

Ante la controversia suscitada (la Sorbona incluso va a someter o ha sometido ya el libro a debate historiográfico), el propio Sylvain Gouguenheim explicaba a Le Monde con estas palabras su posición como historiador:

"- Sylvain Gouguenheim, comment réagissez-vous à la polémique suscitée par votre livre ?

- Je suis bouleversé par la virulence et la nature de ces attaques. On me prête des intentions que je n'ai pas. Pour écrire ce livre, j'ai utilisé des dizaines d'articles de spécialistes très divers. Mon enquête porte sur un point précis : les différents canaux par lesquels le savoir grec a été conservé et retrouvé par les gens du Moyen Age. Je ne nie pas du tout l'existence de la transmission arabe, mais je souligne à côté d'elle l'existence d'une filière directe de traductions du grec au latin, dont le Mont-Saint-Michel a été le centre au début du XIIe siècle, grâce à Jacques de Venise."

¿Choque de civilizaciones? ¿Hungtinton tenía razón una vez más? Lo único que nos queda es leer y formarnos una opinión propia. Pero que Gredos publique esta obra de la historiografía moderna para mí no tiene precio.

5 comentarios:

  1. ¿Cómo?, ¿que Aristóteles no "entró de nuevo" en el pensamiento europeo por medio de los árabes y los trabajos en traducción en Bizancio y Toledo? Eso va contra la postura oficial de la historiografía de los últimos 300 años.

    Habrá que leerlo.

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  2. Pues por lo pronto resulta una apuesta arriesgada, pero ya se sabe que quien no lo hace, no gana. ¿Es distinta la Historia escrita de la que realmente aconteció? Por lo pronto, como dice Amandil, habrá que echarle un ojo. :)

    (Tú sigue con esa vehemencia, en una de estas nos vendes la guía de teléfonos y, lo que es peor, seguro que nos termina encantando :) :) :) ).

    Un abrazote.

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  3. Amandil: Gouguenheim reivindica la figura de Bizancio, últimamente muy olvidada a favor de la importancia del Islam, como puente entre la antigüedad clásica y la Europa medieval. Y también pide una revisión del importante papel que tuvieron los cristianos siríacos del siglo VI al X, así como una distinción entre árabes e Islam y una aclaración para el gran público de la leyenda negra de la "Edad Oscura" medieval. Luego recuerda que las traducciones de sitios como el monte Saint-Michel de textos clásicos, directamente del griego, se produjeron cincuenta años antes que las realizadas en sitios como Toledo o nuestra Zaragoza a partir de los textos árabes. E intuyo, por lo que hasta ahora he leído, que va a hablar de lo que puede haberse tergiversado un texto al pasar de un origen sintáctico y semántico indoeuropeo a uno semítico y luego de nuevo al indoeuropeo.
    Jo, trasgresor pero por ahora muy elocuente y científico. Llevo treinta y cinco páginas y estoy ya enamorada. Al menos, por ahora. (Todo con tal de no estudiar lingüística indoeuropea, ¡ja, ja, ja!).
    ¡Un abrazo!

    Homo Libris: ¡Más de un ojo hay que echarle a este libro! La verdad es que hay que admitir que Gouguenheim se la ha jugado, con lo que ahora se llevo esto de ser políticamente correcto. Y ojo, que es muy respetuoso en todas sus exposiciones.
    Y ya te venderé otro día el listín telefónico, ya. ¡Ja, ja, ja! ¡Qué majo eres!XD
    ¡Un abrazo!

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  4. Desde luego tradicionalmente se ha minusvalorado el papel de Bizancio en la Edad Media europea, separando ambos mundos hasta el extremo de ignorarlos en los planes de estudio universitarios (al menos en España). Desde luego, ¿qué mejor heredero de la tradición filosófico-político del mundo greco-latino que un reino con las características de Bizancio?).

    No se si llegará a derribar algún cimiento de la historiografía contemporánea, pero el simple hecho de que plantee una nueva tesis sobre algo tan sensible como es un aspecto en la relación entre el Islam y occidente va a levantar muchas ampollas.

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  5. Totalmente de acuerdo, Amandil. No sé cómo será la situación en otras universidades, pero cuando yo estudié Historia muy poco se nos habló de Bizancio; sólo de lo básico y necesario. No sé cómo mejorará esto con los nuevos planes de estudios, pero bueno...

    Y este libro, las ampollas, ya las está levantando. ;)

    ¡Un abrazo!

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