sábado, 19 de septiembre de 2009

Setenta aniversario de la Segunda Guerra Mundial

Con motivo de que se conmemoran los setenta años de una de las peores tragedias que vivió Europa, la Segunda Guerra Mundial, la editorial Crítica ha publicado el nuevo libro del gran Antony Beevor, El Día D. La batalla de Normandía.

Toda obra de Beevor es recibida con alegría en nuestra tienda. No en vano es uno de los mayores expertos en esta guerra y uno de los autores que más revolucionó la Historia Militar del siglo XX, puesto que pudo acceder a muchos archivos soviéticos sobre la contienda que, hasta los años noventa, no fueron de acceso público para otros investigadores.

De Beevor he leído Un escritor en guerra: Vasily Grossman en el Ejército Rojo (maravilloso), y Stalingrado, que me pareció de una lectura impactante. No puedo opinar, en cambio, de su obra sobre la guerra civil española, que al parecer contiene errores y que ha sido muy criticada. Siempre he pensado en echarle un vistazo, pero hay tanto que leer que nunca le he dado una oportunidad. Quizás algún día, espero que no muy lejano. Para criticar, siempre es mejor leer. ^^
El caso es que no es el único historiador que ha decidido sacar un libro con motivo de estos setenta años. David Solar, autor de La caída de los dioses, nos presenta su nueva obra, titulada 1939: la venganza de Hitler.

Y no son las únicas novedades, claro. Tenemos también, así relevantes, Yo, comandante de Auswitz de Rudolf Höss, Goering de Manvell y Fraenkel y el curioso Jungvolk, escrito entre Gehlen y Gregory.

Así que, viendo la avalancha de nuevos títulos, a Pedro y a mí se nos ocurrió que no era mala idea preparar un pódium con todos ellos junto a las escaleras de entrada -ya basta de tantos meses de Millenium y The Host ;) -, aderezados con unos cuantos documentales sobre la guerra. Y como la bibliografía de la Segunda Guerra Mundial da para esto y para más (cómo reeditan ahora los clásicos las editoriales, ah, qué pillinas), decidimos también dedicar una mesa de la parte de Historia a ella, con cartelito incluído. XD

Lo que ya fue duro fue la elección de qué destacar en ella. Primero, porque estoy especializada en Historia Antigua y mis lecturas de Historia Contemporánea, evidentemente, son menores en comparación. Segundo, porque la cantidad de libros editados aturde: entre las distintas ediciones de la obra de Churchill, de los títulos de Beevor en miles de formatos, de los de Jesús Hernández y más, anduve pensativa prácticamente toda una mañana. Hasta que me dije que qué demonios, que en la mesa y la sección mandaba yo y que los clásicos eran lo primero. Así que, amén de La Segunda Guerra Mundial de Churchill, ahí tengo las Memorias de Albert Speer, El Día D o esa maravilla llamada Hermanos de sangre de Stephen E. Ambrose. Los dos reeditados en bolsillo, baratitos.

Y qué decir de Achtung Panzer y Recuerdos de un soldado de Guderian: tenían que tener su sitio de honor. ;)

No me olvido tampoco de La guerra que había que ganar, de Murray y Millet. Y, por supuesto, era necesario hacer un huequito a obras relativamente recientes e interesantes: Europa en guerra de Norman Davies o A puerta cerrada de otro peso pesado, Laurence Rees.

Tampoco podían faltar tres últimas joyitas. El primero es un libro un tanto desconocido pero que es una pequeña obra de arte de Acantilado: Últimas cartas desde la cárcel de Tegel de Helmuth James Von Moltke. Es uno de los libros que más me ha gustado en los últimos meses, muy breve. Está dividido en tres partes, pero yo destacaría entre ellas la tercera, las cartas que Moltke escribió a su mujer, llenos de amor e, increíblemente, de sentido del humor. Hermosas, delicadas... No hay palabras. Moltke fue uno de los principales opositores al régimen de Hitler y sabía que terminaría siendo ejecutado. Y eso mismo fue lo que pasó en 1945. Un sacerdote fue el que sacó poco antes estas cartas de la cárcel a escondidas y se las entregó a su esposa. Un testimonio contra la barbarie que recomiendo fervientemente:

“Toda mi vida, incluso desde la escuela, he luchado contra la estrechez de miras, el espíritu de la violencia, la susceptibilidad, la intolerancia y lo absoluto, contra ese dogmatismo aplicado sin piedad y hasta sus últimas consecuencias que late en los alemanes y que ha hallado expresión en el estado nacionalsocialista. También he luchado por la superación de ese espíritu y sus terribles consecuencias, tales como el nacionalismo llevado al extremo, la persecución étnica, la pérdida de la fe, el materialismo. En ese sentido, los nazis hacen bien en ejecutarme”.

Otro maravilloso libro, que no trata precisamente de la Segunda Guerra Mundial pero sí de sus antecedentes y por eso lo tengo destacado, es La Alemania de Weimar. Presagio y tragedia, de Eric D. Weitz. Su análisis sobre la cultura y la sociedad de la época no tiene desperdicio alguno.

Para finalizar, la joya de la corona: La extraña derrota de Marc Bloch, que para alegría mía se editó hace bien poco en bolsillo. Tengo debilidad por este historiador, fundador de la escuela de los Annales y especializado en la Edad Media. Por cierto, que para dejar constancia de mi amor por él, en la mesa de al lado tengo destacado como "imprescindible" su libro Los reyes taumaturgos, una de sus obras más importantes y yo diría que el inicio de la antropología histórica. ¡Gracias, Fondo de Cultura Económica, por publicarme estas cosillas!

Pero que me voy por las ramas. ;) La extraña derrota, decía. Uno de sus últimos trabajos antes de morir asesinado cruelmente por la Gestapo por haber participado en la resistencia francesa de junio de 1944. ¡Cuántas bellas obras nos hemos perdido por ese acto de crueldad!

La extraña derrota es a la vez el informe detallado de un militar vencido y una reflexión sobre el compromiso de los ciudadanos con la libertad. Pero, y sobre todo, es una hermosa obra literaria, ahora al alcance de todos los bolsillos.

Tuvo que ser muy duro para un intelectual como él ver cómo su país caía y cómo Europa parecía desfallecer también. Pero murió con dignidad, gritando: "¡Vive la France!", antes de ser fusilado.

Va por usted, señor Bloch. Esté donde esté.

12 comentarios:

  1. ¿No han sacado "LTI: La lengua del Tercer Reich", de Victor Klemperer? Ese libro debería ser de obligada lectura en España para conocer los peligros de la demagogia, la manipulación política por medio del uso torticero del lenguaje y la progresión de las ideas nacionalistas excluyentes utilizando la lengua como arma.

    Y otro que no se si está en español y que hay que leer obligatoriamente para conocer la expansión del nacionalsocialismo en la Alemania de Weimar, es el libro de William Sheridan Allen, "The Nazi Seizure of Power: The Experience of a single German Town 1930-1935".

    Hay tanto bueno por leer...

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  2. ¡Uy, cuánta sugerencia para el plan infinito!

    Me apunto unos pocos para el plan infinito, y alguno en particular para el regalo a un amigo, de ahí mi interés en tu entrada. Que conste que me fío de tu buen criterio, aunque no sea el periodo de la Historia que más te fascine.

    El que mejor conocía era el de Los reyes taumaturgos, y aunque tengo en la recámara Las puertas de Anubis me apunto bastantes de los citados hoy, y echaré un vistazo a los que nos comenta nuestro Último Íbero.

    Saludos.

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  3. Amandil: me acabas de emocionar nombrando el libro de Klemperer. ¿Tú también te lo has leído? Bueno, conociéndote, no esperaba menos de tí. ;) ¡Absolutamente de obligada lectura! Hay una reedición del 2007, que es la que nos viene a la tienda. A mi compañera Elisa de la sección de Literatura le encanta y, después de mucho hablarlo, decidimos ponerlo en el armario de Historia y Crítica, donde tenemos otros libros sobre manipulación del lenguaje. Pero ahora que me lo has recordado, quizás hagamos un pedido y coloquemos varios ejemplares en la mesa de Historia, a ver si cuela y la gente lo compra... XD ¡Gracias por recordármelo!
    Respecto al libro de Sheridan Allen, mí no conocer, pero lo he consultado y al parecer no hay traducción al español. ¡Gracias por la recomendación! La Alemania de Weimar siempre me ha parecido una etapa muy interesante del siglo XX.

    Homo Libris: ¡Por algo se llama plan infinito, ja, ja, ja! ;)
    Si es para un regalo a un amigo muy fanático de la Segunda Guerra Mundial, directamente me decantaría por el de Bloch, el de Moltke o el que ha comentado Último Íbero, "LTI: La lengua del Tercer Reich", por aquello de ser obras un tanto diferentes a lo que nos tiene acostumbrado un estudio historiográfico por regla general. :)
    ¡Un saludo!

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  4. Bueno, es el tercer comentario que pierdo con el amigo Firefox :(

    Os decía que, ya que infinito más infinito siempre desembocará en otro plan de infinitas dimensiones, no deberíamos privarnos del placer de la lectura ;)

    En cuanto a los libros, la verdad es que mi amigo es bastante aficionado al tema, así que tomo buena nota de los títulos que me recomendáis el Último Íbero y tú. Ya os contaré su parecer, je, je.

    Un abrazo.

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  5. Alienor, tengo que decirte que aunque no te nombrara en el adjunto Todos los Caminos Llevan a Roma, casi desde tus inicios blogueros te tengo incluida entre mis libreras de referencia. Y además,¡quiero a alguien como tú en la FNAC asturiana! (aunque pensándolo mejor, quizás no. Iría a la ruina)
    No es mi época preferida de la historia pero tomo buena nota. Y sobre todo buscaré el libro que menciona Último Ibero; todo lo que tiene que ver con el lenguaje, su uso y la manipulación ideológica a través suyo me fascina.
    En cuanto a la editorial Acantilado, vuelvo a repetirme. ¡Mágnifico trabajo el suyo, editando libros que no son "comerciales"! Ahora mismo estoy con Momentos Estelares de la Humanidad de Zweig y estoy disfrutando muchísimo (y pensando que la traductora hizo un trabajo encomiable).

    P.D: que conste que no tengo ninguna queja de tus compañeros asturianos. Siempre que les pregunto por un libro, saben casi sin mirar el ordenador si lo tienen en stock y donde está colocado -eso para mí es una pista de que saben lo que se traen entre manos.

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  6. Homo Libris: ¡Ah, a veces el pobre Firefox tiene que fallar! ;)
    Me alegro de que te sirvan de ayuda estas sugerencias. Yo, por mi parte, y gracias a Último Íbero, he colocado esta mañana el libro de Klemperer en la mesa de Historia con el iconito de "imprescindible": mi compañera Elisa me ha dado su permiso para cambiarlo de sección. XD

    Lammermoor: ¡Muchas gracias por tus palabras! Me siento muy honrada. ^^
    Seguro que el libro de Klemperer te encanta. Y sí, Acantilado es una editorial maravillosa. ¡Como "Momentos estelares de la humanidad"! Me encanta ese libro. Pero es normal: todo lo que escribió Zweig es muy grande, claro. ;)
    Gracias por no tener quejas de mis apañeros chalequiles asturianos, je, je, je. Si pasaron las mismas pruebas que aquí para entrar, seguro que tienen nivel. :)

    ¡Un abrazo!

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  7. La segunda guerra mundial es, sin duda, una época terrible para el mundo. Los hechos han llegado hasta nosotros de diversas formas, casi siempre tamizados por la propaganda de un bando o de otro. Y así, las obras más contemporáneas de los hechos, pese a que pueda parecer lo contrario, tienen que ser examinadas a fondo para lavar toda la carga ideológica que conllevan.
    La lista que propones es interesante, y probablemente añadiré alguno a mi colección. Uno que no está aquí, aunque creo que resultaría adecuado es "La Europa de Hitler", de Toynbee; aunque ya vieja es una obra que resulta interesante para tener una visión global de la época.

    "Band of Brothers" es magistral, y, la serie de televisión creo que es la mejor que se ha realizado sobre la guerra. Yo la volví a ver completa hace unos meses y creo que me gustó aun mas que la primera.

    Veo que tienes en alta estima a Bloch, ¡así que espero que no te tomes a mal esto! Reconociendo la aportación que tanto él como Febvre hicieron a la investigación histórica, en especial la concepción de la "historia total", reconozco que nunca me ha convencido ese dejar de lado los acontecimientos políticos en beneficio de los fenómenos socio-económicos, algo que la propia escuela de Annales, iría cambiando, ya en su segunda generación, con Braudel, y especialmente en la tercera, con la "Historie Nouvelle", aunque esta etapa no fue muy brillante para la escuela.
    Dicho esto, creo que puede resultar interesante este libro de Bloch, por su trama, y el paralelismo de las vidas, o mejor de las muertes de sus autores, al compararlo con "Suite Francesa" de Irène Némirovsky.
    Un saludo!

    .

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  8. Guisante Verde: Desde luego, hay que ser muy críticos con todos los libros historiográficos; es muy ingenuo el pensar que una obra va a ser totalmente objetiva. Hace poco me vino un señor preguntando por un libro objetivo sobre la guerra civil y, antes de dejarme poner una cara de "hombreeee, guerra civil y libros objetivoooos...", me comentó que le habían dicho que los de Pío Moa estaban muy bien. ¡AAAAAAARRGHHHH! ¡Pío Moa objetivo! Para echarse a temblar XDDDDD
    Por todo esto, creo que lo mejor es leer mucho y examinar concienzudamente las investigaciones de los máximos especialistas posibles.

    ¡Cierto! Muy buena tu recomendación de Toynbee; lo curioso es que no nos ha vuelto a llegar a la tienda... Además, hay obras que, pese a la antigüedad, es necesario leerlas: Huizinga o Duby para la Edad Media, o Mommsen y Finley para la Antigüedad Clásica, por ejemplo. ^^

    ¡Ah, esa maravilla de serie "Band of brothers"! Mi idea primigenia era bajarla de la sección de cine para ponerla en la mesa junto al libro de Ambrose, pero desgraciadamente estaba agotada. :(

    ¡Y cómo me voy a enfadar por lo de Bloch, hombre! Una cosa es que le tenga cariño a él (mi profesor de Tendencias Historiográficas hablaba de Bloch con una emoción... XD) y a su obra, y otra que esté de acuerdo con todos los postulados de la escuela de Annales. Por mucho que escribiera "Los reyes taumaturgos", Bloch no era perfecto ni mucho menos, ¡ja, ja, ja! ;) Y con la escuela de Annales no estoy muy de acuerdo justamente por lo que dices: eso de dejar de lado la política, por mucho que fuera excesivamente predominante en la historiografía del XIX... Pero les agradezco la introducción de la antropología y la sociología en la investigación histórica. ^^

    Muy buena tu comparación con "Suite francesa". A mí "La extraña derrota" me trae ecos de "El mundo de ayer. Memorias de un europeo" de mi querido Zweig.

    ¡Un abrazo!

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  9. Me alegro, me alegro. Ya temía que el cielo cayera sobre mi cabeza....jajajaja.

    Mira con Zweig es curioso lo que sucede. El primer libro de el que yo leí fue "Momentos estelares..." hace una eternidad. Es un autor interesante de veras, y sin embargo, ha pasado años y años sin pena ni gloria. Parece que ahora comienza a ser valorado, al menos en nuestro país, y me parece genial, es una reparación que le debemos.
    Un saludo!

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  10. ¡Ja, ja, ja!

    Sí, es bien cierto lo que dices de Zweig. A mí me lo recomendó un profesor de Historia hace un porrón de años y nunca le estaré lo suficientemente agradecida. Como a Acantilado, que siempre publica este tipo de cosas.
    Curiosamente, hace unas semanas en una de sus columnas de El Semanal, Arturo Pérez-Reverte comentaba que hace unos años muy pocos alababan la obra de Zweig y ahora, de pronto, ha empezado a ser valorado como se merece. A mí me sigue sorprendiendo la cantidad de personas que se acercan a la librería preguntando por su obra. Por cierto, desde que lo nombró Reverte, más aún.
    ¡Un saludo!

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  11. El amigo Reverte es capaz de lo mejor y de lo peor; pero es indudable que cuando alguien tan mediático como él habla, el mundo (editorial normalmente), se mueve. Lo malo es que cuando le sale (demasiado a menudo para mi gusto), la vena de: "Yo estuve en la trinchera y tú no tienes ni p.idea, así que cierra la boca y aprende de mí", pues no le aguanto, la verdad. En otras ocasiones, en cambio, dice verdades como casas y, sobre todo, lo hace clarito, lo que es de agradecer. Recuerdo que en una ocasión recomendó "La Cacería" y me encantó, mucho mejor que los requetefamosos de O'Brian...
    Un saludo! :-)

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  12. Tienes toda la razón del mundo respecto a Reverte: en cuanto le da por denostar sin ton ni son es muy cansino. Pero sí, mueve masas: aún recuerdo cuando recomendó "Los peces de la amargura" y se nos agotó miles de veces en la tienda... cuando desde su salida hasta entonces había vendido muy poquito. :)
    'Un saludo!

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